El debriefing es una herramienta crucial en la educación basada en simulación, especialmente en las carreras de ciencias de la salud. Este proceso reflexivo, que sigue a una actividad de simulación, permite a los participantes analizar sus experiencias, identificar fortalezas y brechas en el aprendizaje.
Sin embargo, el debriefing no es un proceso improvisado; sigue un conjunto de fases bien definidas que son fundamentales para maximizar el aprendizaje.
En este artículo, te cuento por qué el debriefing tiene etapas, la explicación científica detrás de cada una y cómo estas etapas contribuyen al aprendizaje significativo.
¿Por qué el Debriefing Educativo se Estructura en Fases?
El debriefing sigue un enfoque estructurado validado por la investigación en pedagogía y psicología. Si bien pudimos er anteriormente que existen distintos modelos de debriefing, la mayoría tienen en común algunas de las fases.
Las fases del debriefing no son arbitrarias; están diseñadas para guiar a los participantes a través de un proceso reflexivo que optimiza la retención del conocimiento y una mayor oportunidad para la reflexión. Esta estructura asegura que todos los aspectos de la experiencia de simulación sean abordados de manera sistemática.
Teorías Educativas que Respaldan el Debriefing Estructurado
El debriefing y sus fases está respaldado por teorías pedagógicas y psicológicas que enfatizan la reflexión como un componente clave del aprendizaje. Por hablar de las más influyentes, voy a detenerme en la teoría de la reflexión, propuesta por Donald Schön, y el modelo de aprendizaje experiencial de David Kolb.
Teoría de la Reflexión de Donald Schön
Donald Schön fue un filósofo y teórico organizacional que introdujo el concepto de “el profesional reflexivo” en su obra “El profesional reflexivo”. Schön argumentaba que los profesionales no solo actúan basándose en el conocimiento teórico, sino también en la reflexión sobre sus experiencias prácticas.
Schön destacó dos tipos de reflexión:
- Reflexión en la acción: Ocurre mientras se está realizando una tarea. Es la capacidad de modificar la acción en respuesta a los resultados que se van observando en tiempo real. Es el pensar en lo que se hace mientras se está haciendo.
- Reflexión sobre la acción: Sucede después de completar la tarea, cuando se analiza lo que se hizo, cómo se hizo, y qué se podría mejorar.
En el contexto del debriefing, la reflexión sobre la acción es fundamental. Durante el debriefing, los participantes revisan lo que sucedió durante la simulación (reflexión sobre la acción).
Modelo de Aprendizaje Experiencial de David Kolb
David Kolb desarrolló el modelo de aprendizaje experiencial en 1984, basado en el trabajo de John Dewey, Kurt Lewin y Jean Piaget. Este modelo describe el aprendizaje como un proceso cíclico que incluye cuatro fases:
- Experiencia concreta: Participar en una actividad o tarea.
- Observación reflexiva: Reflexionar sobre la experiencia y observar lo que sucedió.
- Conceptualización abstracta: Desarrollar teorías o conceptos basados en la reflexión.
- Experimentación activa: Aplicar lo aprendido en nuevas situaciones.
Otras teorías
Por último, examinamos la interpretación del aprendizaje a través de la perspectiva del constructivismo social de Bandura, que sostiene que aprendemos unos de otros en nuestros círculos sociales.
El debriefing sigue este ciclo al permitir que los participantes pasen de la experiencia concreta de la simulación (lo que vivieron durante la actividad) a la observación reflexiva (lo que piensan y sienten después), luego a la conceptualización (lo que aprenden y cómo lo internalizan), y finalmente a la experimentación activa (cómo aplicarán este conocimiento en el futuro).
Primera Fase del Debriefing: Reacciones
La fase de reacción sigue a la de hechos y se centra en la respuesta emocional de los participantes. Aquí, se anima a los estudiantes a expresar sus sentimientos e impresiones sobre la experiencia de simulación.
Esta etapa es útil para crear un ambiente seguro y abierto donde los participantes se sientan cómodos compartiendo sus pensamientos. Todo esto ya lo deberíamos haber iniciado en el prebriefing, pero de todas formas debemos reforzarlo.
La importancia de esta fase radica en el hecho de que las emociones pueden influir en la capacidad de procesar y retener información.
Estudios en neurociencia han demostrado que las emociones intensas pueden interferir con el aprendizaje. Al permitir que los participantes expresen sus emociones, el debriefing reduce esta interferencia, preparando el terreno para un análisis más objetivo en las fases posteriores.
El estrés, dependiendo de su intensidad y duración, puede tener efectos opuestos en el aprendizaje y la memoria. Mientras que un estrés leve y de corta duración puede mejorar el aprendizaje y el rendimiento cognitivo, un estrés excesivo y prolongado tiende a dificultar el aprendizaje y afectar negativamente la memoria.
Fase del Debriefing: Hechos
Otra de las fases del debriefing es la de hechos, donde los participantes describen de manera objetiva lo que sucedió durante la simulación.
En esta fase, se evita la interpretación o la evaluación; el objetivo es construir un consenso sobre los eventos que ocurrieron. Los facilitadores guían a los participantes para que se concentren en describir los hechos de manera clara y precisa, asegurando que todos compartan una comprensión común antes de proceder a las fases de análisis más profundo. Los participantes pueden venir de distintos campos clínicos o tener diferentes niveles de formación, y es posible que no hayan visto todo lo que ocurrió. Tal vez estaban concentrados en una parte específica de la situación y no tienen una visión completa.
Desde un punto de vista científico, esta fase es fundamental porque establece una base común sobre la cual se pueden construir reflexiones y análisis. La literatura en educación basada en simulación destaca la importancia de comenzar con hechos objetivos para evitar malentendidos y proporcionar un marco compartido para la reflexión crítica en las fases posteriores.
Fase de Análisis
Es aquí, donde los participantes revisan lo sucedido durante la simulación: identifican lo que salió bien y lo que podría mejorarse, y exploran las razones detrás de sus decisiones y acciones.
El facilitador guía la discusión, utilizando preguntas abiertas para fomentar la reflexión crítica y el autoexamen; usa su curiosidad para comprender los modelos mentales de sus estudiante y cómo estos influyeron en sus decisiones.
Al conocer estos marcos, el facilitador puede ofrecer retroalimentación significativa y ayudar al estudiante a desarrollar nuevos modelos para futuras situaciones.
Es importante resaltar que el docente, debe ser consciente de sus propios marcos mentales, lo que permitirá un enfoque más comprensivo y menos crítico durante el debriefing.
En situaciones donde el tiempo es limitado o hay brechas en el aprendizaje, podemos usar el feedback. Aunque lo ideal es que los participantes tengan la oportunidad de reflexionar y descubrir sus propios aprendizajes, algunos pueden requerir más dirección de nuestra parte para que el diálogo pueda fluir.
Sin importar la técnica que emplees, la fase de análisis debe concentrarse en los objetivos de aprendizaje y a la vez significativos para ambos, el docente y el participante. Antes de concluir esta fase, es bueno preguntar a los estudiantes si hay algún otro tema que quieran tratar.
Cuarta Etapa del Debriefing: Resumen y Aplicación
La última etapa del debriefing es el resumen y la aplicación.
En esta etapa, los participantes sintetizan lo aprendido y discuten cómo aplicar esos conocimientos en futuras situaciones clínicas. Esta etapa es donde tratamos de que el aprendizaje se traslade del entorno simulado a la práctica real.
Los alumnos al elegir y destacar 1-2 puntos clave les ayuda a consolidar el aprendizaje. También permite al facilitador evaluar si se cumplieron los objetivos propuestos del escenario y del debriefing, y recuerda a todos que el aprendizaje continúa más allá del debriefing.
Esta etapa del debriefing explorar cómo los conocimientos, habilidades y actitudes de la experiencia pueden transferirse al entorno real de atención al paciente, manteniendo activo el ciclo de aprendizaje experiencial.
Según Kolb, esta práctica ayuda a desarrollar habilidades importantes como la reflexión sobre la experiencia, la observación, la creación de conocimientos profundos y la experimentación activa, facilitando así la transferencia del aprendizaje.
La metacognición, o la comprensión de cómo pensamos, es esencial para aplicar el aprendizaje de la simulación a nuevas situaciones. Permite a los estudiantes reflexionar profundamente sobre su proceso de pensamiento y aplicar lo aprendido en diferentes contextos, apoyando la toma de decisiones en entornos clínicos complejos. Las habilidades metacognitivas se desarrollan sobretodo en el debriefing, donde los estudiantes reflexionen sobre lo que funcionó, lo que necesita mejorar y cómo pueden hacerlo mejor en el futuro.
Conclusión
El debriefing va más allá de una simple conversación post-simulación; es un proceso pedagógico estructurado que maximiza el aprendizaje y mejora el rendimiento en el entorno clínico.
Este proceso se basa en una estructura secuencial para poder lograr el aprendizaje. Cada una de estas fases tiene una base científica que asegura que el aprendizaje sea efectivo y duradero.
Sin un debriefing adecuado, los modelos mentales incorrectos a menudo se refuerzan en lugar de corregirse, lo que puede impactar negativamente en la práctica clínica. Por ello, es esencial contar con un plan de debriefing preconcebido para abordar de manera sistemática las acciones críticas.
Además, la eficacia del debriefing no solo depende de la estructura del proceso, sino también del entrenamiento y la práctica continua del facilitador. Un debriefing efectivo requiere una preparación cuidadosa y habilidades para guiar a los participantes a través del proceso de reflexión y mejora, asegurando que el aprendizaje y la transferencia de habilidades sean óptimos.
Mauro Brangold
Muy buen artículo !!!